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martes, 2 de septiembre de 2008

MINERÍA EN LEÓN. LA CABRERA

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/02/10/castillayleon/1202645279.html

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LEÓN MINERÍA
El oro oculto de La Cabrera

Roberto Matías en el interior de la mina de oro. (Foto: E. Margareto/ICAL)
Actualizado domingo 10/02/2008 13:10 (CET)

PACO ALCÁNTARA/ICAL
LEÓN.- Los romanos movieron más de dos millones de metros cúbicos de tierra para extraer unas cinco toneladas de oro de la mina que perforaron en las laderas del valle Airoso.
Nadie lo diría recorriendo hoy con la mirada este recóndito paraíso natural protegido por unas montañas pobladas de robles y castaños en las que, ahora, sólo campean los corzos y los jabalíes, donde sólo se escucha el sonido del viento y el de las aguas de un torrentoso riachuelo, en arroyo Valdecorrales, que nace a más de 1.500 metros de altitud. En lo más profundo de estos abruptos parajes pertenecientes al pequeño municipio de Llamas, en la comarca leonesa de La Cabrera, hace 19 siglos, cientos de personas se afanaban por encontrar pepitas de oro en las aguas del río, en las laderas y hasta en las entrañas de la tierra. Porque, por su envergadura, allí se asentó la explotación romana subterránea más importante del noroeste español.
La actividad extractiva apenas se mantuvo durante unos 30 años del siglo I, coincidiendo en el tiempo con la paralización de las labores en Las Médulas. No se explica de otra forma que para ampliar los trabajos en esta mina "destruyesen parte de la red de agua que abastecía el más importante complejo aurífero de la época, como eran Las Médulas", señala su descubridor, Roberto Matías.
El aprovechamiento fue "frenético", advierte este ingeniero técnico de minas que tuvo la buena ventura de darse de bruces con un imponente agujero, "parecido a una sima", recuerda. Más por curiosidad, entró "bajando por una fuente pendiente. Ante mí, apareció un pasillo labrado de más de cincuenta metros de longitud, por el que podía andar sin agacharme". No lo dudó ni en minuto: "Comprendí que se trataba de una mina abandonada", sentenció con orgullo.
Paseo productivo
Ocurrió "por pura casualidad", en una jornada veraniega durante el mes de julio de 2002, cuando Roberto paseaba observando los antiguos canales de agua que recorren las laderas de estos montes, camino de las Médulas. Tras un paseo por la inclinada ladera en donde acababa de encontrar la boca de la mina, observó, a los largo de 350 metros de desnivel, que tenía ante sí lo que fue un complejo minero en el que se integraba, además, una red hidráulica de abastecimiento con seis canales. Luego comprobó que alcanzaban una longitud superior a los 26 kilómetros. También, localizó otra zona de lavado de sedimentos en arroyos y cortas a cielo abierto sobre grupos de filones alterados.
Ocurrió "por pura casualidad", en una jornada veraniega durante el mes de julio de 2002.
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